La ciudad
transparente. Esta urbe solo puede habitarla el sincero y el honesto. Aquí
la clase política deja adivinar a sus electores cual es su fin verdadero como
gobernante, la casta religiosa expone a la luz pública todos sus negocios e
intenciones, para que así, los sumisos fieles, conozcan el destino de sus
inversiones, el empresario trata a su empleado como a sí mismo…
Pero lo más extraño, es que en esta ciudad, donde la luz
inunda todos los rincones, donde todas las necesidades básicas quedan satisfechas…
NO VIVE NADIE.
Esta se me había pasado, y es una pasada...je, je..y valga la redundancia.
ResponderEliminarBellísima.
Abrazos
Muchas gracias Alfredo!!!
EliminarAbrazos!!!