La ciudad del comercio. En este lugar reina una incesante actividad de compra-venta de todo lo que puede y no puede ser medido y pesado. Toda su actividad está controlada por grandes edificaciones de corte piramidal; dichas edificaciones cumplen una doble función, son el centro neurálgico donde se planifican las grandes estafas de la ciudad y a su vez son centros de formación religioso-comerciales, donde la clase politico-religiosa crea y ensaya estrategias de sometimiento y refuerzan su laxa moral con actos de falsa bondad y cobardía.
Es la única ciudad del mundo en la que está permitida la hipocresía espiritual, aunque mucho me temo que tiene una política de expansión peligrosamente activa.
Ismael, esta serie va de cine. Me gusta esa atmósfera fría e impersonal, un lugar en el que las personas lo tienen difícil. La ciudad de metal.
ResponderEliminarUn abrazo y felices fiestas.
Hola Alfredo, que tal?... Tambien tiene un punto de antropoligía pienso yo. La deshumanización de la especie vista a traves de la reconstrucción y reinvención de sus ciudades, que tras su renacimiento vuelve a caer una y otra vez en los mismos errores que la llevaron a su fin.
EliminarFelices fiestas